Pues andábamos el otro día en la Rioja y después de una abundante comida pues tocaba pasear un poco. Yo no me animaba por que ves la pendiente y te hecha un poco para atrás pero la tía de Patri, me animo a ir y al final fuimos la tía, el padre de Patri y yo.
Nos preparamos los bastones, cogimos la cámara y al monte. El camino es muy sencillo, y desde el pueblo de Tobía se ve el roble en todo momento. La senda empieza detrás del frontón y se coge un camino que nos mete en el bosque, a partir de aquí giramos hacia la derecha para andar unos 100 metros y después tomar el camino que lleva a la izquierda para cruzar el barranco que separa las dos peñas y a partir de aquí ya es un pendiente despejada de arboles en la que al final esta el Roble.
La pendiente es bastante considerable entorno al 25 o 30% (calculo de ojo) y es un desnivel de unos 100 metros aproximadamente, es durilla pero las vistas que vamos a ver de este cañón y de las peñas que nos rodean, merecen la pena. Nos llevo la subida unos 30 minutos. Aquí nos hicimos unas fotos, buscamos el geocache, lo típico :)
La pendiente es bastante considerable entorno al 25 o 30% (calculo de ojo) y es un desnivel de unos 100 metros aproximadamente, es durilla pero las vistas que vamos a ver de este cañón y de las peñas que nos rodean, merecen la pena. Nos llevo la subida unos 30 minutos. Aquí nos hicimos unas fotos, buscamos el geocache, lo típico :)
Es un paseo exprés que tiene como resultado unas bonitas vistas, ver un árbol singular de la Rioja y la búsqueda de un cache! Para pasar un rato!
El curioso nombre del árbol se debe a que a las once de la mañana empieza a dar el Sol en las ramas mas altas. De esta forma cuando se trillaba en las eras del pueblo, situadas frente al roble, se sabía cuando eran las once de la mañana. Otra curiosidad, es que en las fiestas de Acción de Gracias se celebra la subida al Roble de las Once y el ganador obtiene como trofeo un preciado jamón. Así que nada lo mismo para el próximo año nos animamos a participar :)
